Estamos en un momento de transformación digital en el que distintas tecnologías emergentes como blockchain, inteligencia artificial, drones, Internet de las cosas, realidad virtual, 5G, impresoras 3D, robots o vehículos autónomos tienen cada vez más presencia en múltiples ámbitos y sectores. Estas tecnologías, llamadas a mejorar la calidad de vida del ser humano acelerando el desarrollo y generando impacto social, avanzan hoy en día de manera paralela. Solo en contadas ocasiones vemos compañías desarrollando productos que exploten combinaciones de dos o más de estas tecnologías, como blockchain y IoT o drones e inteligencia artificial. Si bien están destinadas a converger generando así un impacto exponencialmente mayor, la etapa inicial de desarrollo en que se encuentran y la escasez de desarrolladores y personas con perfiles técnicos hacen que las convergencias sean aún una tarea pendiente.

De las tecnologías cuánticas, por su potencial disruptivo, se espera que no solo converjan con todas estas nuevas tecnologías, sino que tengan una influencia transversal en prácticamente la totalidad de ellas. La computación cuántica amenazará la autenticación, intercambio y almacenamiento seguro de datos, teniendo un impacto mayor en aquellas tecnologías en las que la criptografía tiene un rol más relevante, como ciberseguridad o blockchain, y un impacto negativo menor pero también a considerar en tecnologías como 5G, IoT o drones.