Para empezar a poner en contexto de dónde partimos y hacia dónde vamos, Paz explicó que «las computadoras ordinarias son dispositivos que sirven para almacenar y procesar información, que se representa en el estado de un objeto material en código binario (secuencias de ceros y unos). Por ejemplo, en los discos rígidos de la computadora, el material magnético, que mirado con una lupa son como granitos de pequeños imanes como los de la heladera, tienen por convención un polo norte y un polo sur. Si apuntan arriba es un cero, abajo, un uno. Estados binarios que se utilizan para representar información. Son los bits. Pero estos granitos magnéticos son grandes desde el punto de vista de los átomos: tiene cien mil millones de átomos, y solo dos estados posibles». 

En 1981, Richard Feynman, un físico brillante y excéntrico que había recibido el Nobel de Física en 1965, «empezó a fantasear con la idea de procesar información a escala atómica y la posibilidad de procesar cómputos en un dispositivo que evolucione siguiendo las leyes de la física cuántica», contó Paz. ¿Para qué? Según explicó el especialista «en la escala atómica los átomos ponen de manifiesto ciertas características, una dualidad entre comportamiento ondulatorio y de partículas, donde los electrones a veces se manifiestan como partículas y otras como ondas deslocalizadasTienen la propiedad de estar en más de un lugar a la vez, de recorrer muchas trayectorias al mismo tiempo.